Cuando tenemos este escenario internacional y este escenario nacional aparece Fratelli Tutti y ahí es donde me parece importante remarcar lo siguiente, ¿qué nos dice Francisco? Francisco en Evangelii Gaudium en el 2013, en Laudato si’ en el 2015 y en Fratelli Tutti plantea un hilo conductor, primero respecto a la naturaleza humana, segundo respecto a la conversión pastoral y misionera y tercero la destrucción del planeta y la fraternidad y ahí es donde habla claramente en Fratelli Tutti de la amistad social, de la capacidad de construir una cultura del encuentro, de cómo tenemos la necesidad en una sociedad pluralista democrática, de respetar al otro, de amar al otro, de entendernos con el otro; eso significa una conversión interna de actitudes y una conversión global como sociedad. La Doctrina Social de la Iglesia que engloba obviamente a 1.200 millones de católicos en términos de grandes principios rectores de la vida en el mundo, puede advertir por lo menos tres grandes momentos. El primer gran momento 1891 León 13 y ahí la encíclica lo que permite es ver en Rerum Novarum la explotación laboral, la voz de la Iglesia en términos doctrinarios y filosóficos fue alertar con respecto a la explotación laboral y ahí surge la multiplicidad de movimientos sociales y el constitucionalismo social y obviamente los derechos del trabajo y del trabajador y eso obviamente constituyó un faro inspirador. Uno puede advertir el caso de ‘Mater et Magistra’ de Juan XXIII, pero yo me quedo con ‘Populorum Progressio’ de Pablo VI y ahí es la distribución universal de los bienes, gran proceso de discusión en las décadas del 60 y del 70, y ahora en este universo me parece importantísimo entender el concepto de Laudato si’ y de Fratelli Tutti, cuidado de la casa común y del ambiente y capacidad para construir una cultura del encuentro.
En ese sentido creo que la impronta de Francisco es la de un líder político del Estado Vaticano, pero sobre todo un líder espiritual, que remarca a través de la encíclica, claramente, la visión de carácter holístico integral y multireligioso, es decir, destaca claramente desde Luther King hasta Mahatma Gandhi, Desmond Tutu, o sea, rescata grandes líderes de procesos de transformación en la humanidad fomentando la paz y la unidad. Cuando él habla de esto, también lo hace con el enfoque que tenía San Francisco de Asís cuando hace 800 años decía “feliz a quien ame al otro tanto a su hermano cuando esté lejos de él como cuando esté junto a él” y resalta cuando fue a verlo al sultán Al-Kamil en Egipto con precariedad de medios, precisamente en lo que era la necesidad de transmitir la voluntad de Dios y Dios es amor y permanece en Dios. Por eso nos pareció muy importante también cuando Francisco en ésta encíclica lo rescata al Patriarca ortodoxo Bartolomé l, también a Al-Tayyeb, cartas, documentos, etc. y plantea una serie de puntos que para mí son temas sustantivos y los paso a enumerar: primero, Francisco en Fratelli Tutti hace mención al multilateralismo. Nosotros sabemos muy bien que la Carta de las Naciones Unidas es parte del debate en la Asamblea General, nosotros entendemos claramente que desde un mundo bipolar se convirtió luego a un mundo unipolar hegemónico, pero es absolutamente imprescindible entender el multilateralismo con la igualdad de oportunidades. Bueno, Perón siempre decía que la verdadera política es la política internacional y nosotros tenemos principios y valores que son esenciales, la igualdad jurídica de los estados, el principio de autodeterminación de los pueblos, la necesidad de la preservación de la soberanía de los estados. En ese contexto es muy importante reconfigurar desde el punto de vista del multilateralismo el respeto claramente a los derechos de las personas, a los derechos humanos, a las libertades, pero sobre todo a un principio central de solidaridad. En segundo lugar, nos parece muy importante el rescate que él hace desde el punto de vista de los procesos de integración, ejemplo Unión Europea respecto a sus padres fundadores y los mecanismos incipientes de recuperación de la unidad latinoamericana.
Entender esto es muy importante porque el Acta de la Independencia del 9 de julio del año 1816 hablaba del “la Independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica”. Obviamente esto también es un gran desafío, entender el concepto de unidad en la diversidad de los países, pero sobre todo entendiendo lo que significa cerca de más de 7 billones de dólares en materia de Producto Interno Bruto, cerca de 500 millones de habitantes, la conjugación de lo que significa hoy América Latina y el Caribe con CELAC y treinta y dos estados, es decir, reconfigurar la plataforma de base territorial que es aquella que promueve lo siguiente -fíjensé lo que somos nosotros- líderes en la producción de materiales estratégicos, sobre todo cobre, litio, potasio; líderes en reservas de biodiversidad del planeta, desde la Amazonía hasta el impenetrable el chaqueño pasando por el Norte Grande; líderes efectivamente en la reserva estratégica de agua dulce del planeta indispensable para la provisión de alimentos de buena calidad; líderes en materia de diversidad de paisajes; líderes en procesos de integración cultural, tierra de paz, de consenso, tierras que objetivamente forman parte de una cultura arraigada de respeto hacia el otro, aun cuando se observan ciertas cuestiones preocupantes en la región pero no cabe la menor duda que es una cultura de paz y a su vez, es muy importante observar, que también somos líderes en la producción de alimentos, líderes en reserva de biodiversidad, líderes en tema de reserva estratégica de agua dulce, líderes en enclaves tecnológicos de desarrollo, líderes en minerales estratégicos, líderes en energías renovables tanto eólica como hidrógeno verde, como también energía solar, es decir, lo que el mundo reclama estratégicamente nuestra región lo tiene de manera que eso requiere indispensablemente una plataforma de desarrollo y de consenso. Por eso, también él habla del reconocimiento de la política como una altísima vocación, como la manifestación más profunda o una de las más preciosas formas de calidad porque promueve el bien común.
También nos habla de la reivindicación del pueblo como sujeto actuante de la Nación, el sustantivo pueblo y el adjetivo popular y también remarca que no puede existir la concepción populista de la hegemonía política discursiva y operacional que pretende usar el poder para sí mismo o en intereses de carácter personales, eso significa claramente que el sujeto actuante de la nación es el pueblo, pero un pueblo unido, organizado en pos del bien común, no para ser instrumento de la manipulación de las ambiciones de nadie.
También es muy importante la promoción de una política económica activa que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial estimulando claramente el acrecentamiento de los puestos de trabajo, no promoviendo la especulación ni tampoco la ganancia fácil sino también, al mismo tiempo, empleos de calidad con salarios dignos; lo mismo que la concepción del desarrollo humano integral y él rescata a esos poetas sociales que superan la idea claramente concebida por las políticas públicas que siempre dicen es hacia los pobres pero nunca con los pobres, esto me parece muy interesante, este tema de las políticas públicas se diseñan hacia los pobres pero nunca con los pobres y la conversión exige que el sujeto sea el artífice de la construcción para la transformación de la realidad. Lo mismo que la promoción que plantea para la Organización de las Naciones Unidas, la nueva arquitectura financiera internacional, la declaración de que la pena de muerte es inadmisible y que la vida en común debe ser estructurada en comunidades organizadas, el rescate del vecindario, el reconocimiento de la T de la tierra, techo y trabajo como un concepto central del camino de la paz y de la ética global para la solidaridad y la cooperación, la promoción de los derechos de los pueblos de la frontera, la equidad de género, las posibilidades de vida digna. El desarrollo pleno de la ciudadanía para las personas migrantes, y él habla claramente en este sentido de las cuestiones que tienen que ver con las crisis humanitarias y la simplificación de visados, el tema del acogimiento en la protección la promoción y la integración de los migrantes en el mundo, rescatar el espíritu del vecindario, la prédica de la caridad para hacer el bien común y la concepción de la política como una hacedora una constructora de sueños para el bien común y obviamente la expansión y el desafío de tener derechos humanos globalizados para desterrar el hambre, la exclusión social y la dignidad de la persona humana.
Francisco plantea en esta encíclica los cuatro principios filosóficos que son vitales, primero la unidad prevalece y vence al conflicto, la unidad es superior al conflicto por lo tanto el conflicto es inmanente a las tensiones sociales, políticas y económicas pero obviamente como decía Leopoldo Marechal “del laberinto se sale por la parte de arriba”, es decir, la unidad supera el conflicto en la arquitectura de una perspectiva distinta en la superación de los problemas respecto a qué los conflictos tienen causas, tienen efectos y tienen consecuencias. Erradicar las causas a través de lo que denominaríamos conducción política, esto significa administración de las expectativas de todos, identificar las oportunidades y manejar los tiempos. El conflicto logra unir en la diversidad cuando es posible administrar las expectativas.
Segundo tema, el tiempo es superior al espacio, no todos los problemas se pueden resolver en un solo tiempo, requiere coordinación de recursos, administración de expectativas y obviamente voluntad de las partes y para eso se necesita una mirada omnicomprensiva de la realidad, pero sobre todo empatía, capacidad de diálogo, entender un lenguaje que sea práctico, inclusivo, acogedor. Muchas veces los problemas no se resuelven con recursos o con dinero se resuelven con un abrazo, con la gestualidad, con la estética como continente de una ética para la construcción colectiva.
En tercer lugar refresca un principio clave, la realidad es superior a la idea y él habla siempre de la diferencia entre ideología y doctrina. La doctrina es grandes principios, la ideología es una concepción predefinida respecto al análisis de la realidad. Entonces él dice, primero principios porque la idea finalmente es una percepción de la realidad construida y que muchas veces puede originar un esquema de posiciones irreductibles que en vez de resolver un conflicto lo agrava.
También como cuarto principio establece el todo es superior a las partes, eso significa una visión omnicomprensiva de la realidad y también omnicomprensiva de las soluciones respecto a cómo transformar la realidad para lo cual es muy trascendente el hecho de interpretar esa realidad. Siempre traigo a colación un concepto que decía Perón en el sentido de que la política se comprende no se aprende porque consiste en la sucesión de los hechos concatenados que a partir de lo que uno termina de aprender la realidad con su dinámica cambia, entonces hay que volver a aprender de nuevo. Entonces comprender es distinto a aprender y eso significa una metodología de percepción de la realidad. Además, decía también de que era necesario ver para apreciar, apreciar para decidir, decidir para actuar procesos concatenados con lógica de conformación y estructuración para tomar y definir un resultado. Por eso nos parece muy importante que el enfoque de Fratelli Tutti tenga que ver con la cultura del encuentro, con la amistad social y sobre todo pone al descubierto la fenomenología de los procesos sociales de las sociedades modernas. Las sociedades modernas están mucho más conectadas, pero por la tecnología y menos conectadas por la fraternidad del encuentro. Las sociedades modernas dialogamos muchas veces a través de WhatsApp, plataforma digital pero no con el encuentro directo de corazón a corazón. Las sociedades modernas promueven muchas veces el uso maximizador del tiempo para diálogos superficiales y no profundos.
Es necesario entender desde nuestra concepción y nuestra creencia que la vida tiene que ver con el amor, Dios es amor, amar a Dios, amar al prójimo como a uno mismo y sobre todo entender que aún en la visión omnicomprensiva de la realidad en base al amor, el egoísmo predomina, el individualismo predomina, la guerra predomina como consecuencia de una guerra armamentista sin igual. Estados Unidos tiene más de 700 bases militares en el mundo, es increíble entender que cerca de 1,4 billones de dólares se gastan en armamentos, que la sociedad se arme, que nos matemos unos a otros, que existan procesos de invasión de un país a otro. En definitiva, esa invasión no es solamente en el territorio de la carrera armamentista, existe una invasión de base cultural que implica transculturación, que significa aniquilar o abolir la cultura del otro.
No cabe la menor duda que la cultura del encuentro, la fraternidad, la amistad social, el diálogo desde el corazón al corazón es lo que debe inspirar a la humanidad. Por eso, que un líder espiritual de la magnitud del Papa Francisco lo planteé, lo resalte, también tiene que ver con esas coincidencias que él ha tenido con Iman Al-Tayyeb cuando también propiciaron de que las religiones nunca incitan a la guerra, ni tampoco promueven odio, hostilidad, extremismo ni tampoco invitan a la violencia y al derramamiento de sangre. Por eso es importante remarcar que toda guerra deja secuelas, que son las víctimas inocentes. Entonces comprender el amor, la amistad social, el bien común, comprender las actitudes humanas, ser amable, sonreír, ser solidario, ser una persona que tenga la capacidad de escuchar, de pedir permiso, es decir, muchas veces no podemos resolver todos los problemas de la humanidad, pero a veces saber escuchar, saber pedir permiso, tener amabilidad, ser afable, decir gracias, implican valores y esos valores dan un sentido a la vida y ese sentido a la vida hace a la dignidad de las personas y la dignidad promueve su elevación moral y la capacidad de discernimiento entre el bien y el mal, por eso él también rescata el concepto de no dejarse encerrar por el relativismo moral.
Es posible la cultura del encuentro, es posible la amistad social, pero también es posible hacerlo con valores en donde la distinción y la disquisición entre el bien y el mal formen parte de ese paradigma constructivo del mensaje relacional de las personas. Por eso nos parece muy importante entender que la cultura del encuentro es fraternidad, es amistad social, es paz, es bien común, es actitud y sobre todo es un corazón que define no solamente el presente de la humanidad sino el futuro.